Busco las claves, silenciando mi mente, inquieta, repetitiva, trillada. Con la lengua al aire, tanteando los olores, la vida. En Toledo, donde volví unos días, junto al río Tajo, en el vuelo de los patos, en la pancita naranja de un pájaro pequeño, en sus saltos de rama en rama. En Tania, nuestra perrita, en los ojos brillantes de la naturaleza, en los silencios de mi ser, en mis escondrijos, en donde me manifiesto sin que yo esté provocándolo, donde Soy, sin voces agoreras, sin mecanismos inconscientes.
Centrándome, en lo posible, donde todo es con todo.