Sí, una obra que dibujó hace mucho, entre mates, psicoanálisis de cocina, estruendo de amigas, así, como nada, mientras preparábamos empanadas y hablábamos quizás, acaso, hace tanto, de sus amores irredentos, acaso Cesare Pavese, o los míos, Henry Miller quizás en esa época, o Hesse.
Acaso no sabe que su pintura me acompaña, de casa en casa, que no han sido pocas, tantas que los amigos de Federico le preguntaron si sus padres eran espías. Ahora en el salón, en Barcelona, en sitio destacado.
Espero, con verdadero anhelo, que me dedique otra.
La puede ir preparando, señora INX, para cuando viaje a conocer a Victora.
Para usted, un fragmento de una carta que Pavese escribió a "una amiga" en 1945.
"Me hago el falso simple -pienso en el dinero-, me avergüenzo de mi primo kioskero -me he masturbado mucho en tiempos".
