octubre 10, 2005

Hacemos agua


Nuestra vergüenza

Ahora mismo, más de 600 subsaharianos viajan esposados en los autobuses de la muerte, sin agua ni comida, para ser abandonados en el desierto,
al suroeste de Marruecos, en las fronteras de Argelia o Mauritania.

Su pecado, intentar entrar en la casa europea.
La casa de los señor
es

España los pateó a la frontera Marroquí, y de allí los patean al fuego, la sed, el hambre, la muerte, en el desierto