octubre 17, 2005
Ojos ciegos
Le ha proporcionado un recuerdo a sus ojos ciegos
un espacio de alas pasajeras que le aproximan lo extraño
señales de niebla
que espantan sus pesares
Mira a otro lado, donde yo no veo.
Sueña un prado que no recuerdo.
Sin embargo estuve una mañana
bajo sus ojos pálidos
de pesares y nieblas
Y jugué a ser la triada, el ángel, la piedad
la intensidad, la pasión, el surrealismo
la salvación, la militancia, el mundo
hasta toparme con sus ojos ciegos
que me abrieron en canal
me sacaron las vísceras, la sangre, la médula
y el lamento aquel del cementerio olvidado
No hay piedad en la zona necia
sólo purpurina