mayo 11, 2008
abril 26, 2008
Un año
Me despedí por unos días hace un año.
Qué infinidad de vueltas di desde entonces.
De cabeza. De cuerpo. De alma.
Internas. Y geográficas.
Ahora vivo en el Distrito Federal. México.
Me atrapa, me embeleza.
Y el remolino amenaza tragarme enterita.
Salto en colores. Y respiro los inmensos árboles de la ciudad.
Mientras tanto, en silencio, Yo espera.
La vorágine tiene hálito, palpita, gira.
Y saco la mano, del remolino, como un ahogado.
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