septiembre 26, 2005

Lecturas, cine, Planeta feroz

Leí con gran placer Los detectives salvajes, de Bolaño. Me pareció muy buena. +
Incluso para volver a leer, pronto.

Anduve releyendo entre otros a Benedetti, Montevideanos,
y otros cuentos.
Y debo andar más consciente como mujer, en mi condición de tal.
Porque al leerlo percibo matices que años atras ni por asomo. Me refiero a cómo proyecta a la mujer. Hay algo de esa odiosa misogínea rioplatense (más aún la de aquellos años)
aunque atenuada por su gran calidez humana, su universal sentido de la justicia,
sin embargo... está. Avergonzada, apenas, pero real.
Y ya no es lo mismo.

Ayer leí de un tirón Los que aman, odian, de la Ocampo y Bioy Casares, una policial con mucho de psicología, con esas descripciones prolijas de influencia tan inglesa, con ese deje de clase, de pitucos, sin embargo disfrutable.
El narrador es un médico homeópata delicado, susceptible, amante de las comodidades, guionista, detective improvisado ante un asesinato que se produce en un hotel entre médanos y vientos, por Quequén, Salinas. Muy buena. Joyita.

Hoy temprano, en un banco de piedra frente al Tajo, al sol por fin otoñal, descubrí a un genio, Kenzaburo Oé, y casi de un tirón, me encuentro terminando "Arrancad las semillas, fusilad a los niños", alucinante, intensa, fuerte. Ahora entiendo que Henry Miller, mi adorado Miller, haya dicho de este japonés que era el legítimo heredero de Dostoievski. Ya saqué en la biblioteca otro suyo, para leer mañana en el avión: Una cuestión personal. Luego les cuento.

Ayer domingo fui al cine, y por fin vi algo bueno. El método, del director argentino Piñeyro. Una crítica inteligentísima al sistema competitivo que impulsan las grandes compañías entre los ejecutivos. Pero mucho, mucho más que eso. Una advertencia sobre el desastre al que está llevando al Planeta el FMI y todos sus adláteres. Y la manera que tiene la conciencia humana de mirar para otro lado, de actuar como animales en la selva. Digamos que "alguna conciencia humana", no toda. Pues mientras en una oficina de Madrid, de alto standing, los candidatos a obtener un puesto se sacan los ojos, en la calle los anti-globalización se manifestan, montando la de dios. Allí, en la pantalla, en apenas dos horas, todo el paradigma de hoy, que nos agarra a todos, miremos para allí o para otro lado.

Abajo de la cama a veces llegan los huracanes.

Y pocos pueden seguir ya sin enterarse.
Porque a quienes no quieran ver despiertos, les perseguirá dormidos.

Mañana viajo a Coruña.-
Y la otra semana vuelvo a casa.
Y entonces miraré con más atención otros blogg y acaso ilustraré un poco este.

septiembre 23, 2005

León Felipe

Lo que hago con el libro de Jonás y con el libro de Job lo hago también con el de Whitman si se le antoja al Viento. Cambio los versículos y los hago míos porque estoy en un terreno mostrenco, en un prado comunal, sobre la verde yerba del mundo, upon leaves of grass. y ¿qué es la yerba?

Tal vez es la bandera de mi amor tejida con la
sustancia verde de la esperanza
tal vez es el pañuelo de Dios,
un regalo perfumado que alguien ha dejado caer con
intención amorosa;
acaso en alguno de sus picos ¡mirad bien! hay un
nombre, una inicial
porque donde conozcamos al dueño.

Estoy sobre el pañuelo de Dios. Estoy sobre el repecho verde de la colina en donde sopla el Viento. Estoy en mi casa. Y Yo, que no me atrevería nunca a cambiar las frases de una gacetilla o los signos de una crónica temporal, no tengo empacho aquí, ahora, en cambiar a mi manera las palabras de Whitman y las palabras de Jehová. (En la crónica temporal lo esencial es la palabra que nadie debe trastornar; en la crónica poética o en el versículo sagrado lo esencial es el espíritu que yo no cambio nunca aunque modifique las palabras y quiebre la forma).

(...) Yo he entrado en la traducción de estos dos Cantos -44 y 45 de Song of Myself- con tanta libertad que ahora mismo al volver a leerlos, ya no se si son de la Biblia, de Whitman o míos. (Míos quiere decir del embudo y del Viento).

"Estoy en mi casa"
De "Ganarás la Luz"

septiembre 19, 2005

A jugar

Silencioso

Me había olvidado de preguntarles...
¿No les pasa esto con los silenciosos??
Al loro.

"(...) nunca fue un conversador brillante, era más bien un brillante silencioso. Uno se desgastaba frente a su rostro impasible y equívoco, uno decía frente a él cuanto debía y cuanto no, y su silencio, que no parecía obstinado sino natural (como si no hubiera palabras que agregar a cuanto escuchaba), era tremendamente provocativo. Uno hablaba más y más, porque era preciso romper ese silencio, porque era una suerte de tarea sagrada, de ineludible misión, el provocar de algún modo un comentario de su parte. Cuando éste llegaba, uno se arrepentía de haberlo entregarlo todo a borbotones y sólo entonces advertía su inefable sinsentido". "Hubo un momento inolvidable en que nos examinamos implacablemente y las miserias del otro pasaron a ser el reflejo de las propias. Lo peor era la sensación de irrecuperabilidad. No sólo no podíamos recuperar al otro tal como había sido, sino tampoco podíamos recuperarnos a nosotros mismos".
Benedetti

Santas Promiscuas



María Magdalena y María Egipcíaca, demostraron que las mujeres promiscuas pueden ser santas. María Egipcíaca había sido una mujer cristiana que se prostituía con los marineros para pagar su viaje a Tierra Santa. La expulsaron de los Santos Lugares por pecadora pero "Dios reconoció su santidad y la envió al desierto donde la sustentó durante muchos años".

En Sevilla, el día de la festividad de Santa María Magdalena, los predicadores iban al burdel a predicar (¡) o llevaban a las prostitutas a la Iglesias, donde las exhortaban a convertirse mediante rituales (¡) de sermones y plegarias.
Curiosidades extraídas de
"Mujeres Públicas. Mujeres Secretas"
Angel Luis Molina Molina. Ed.KR.

septiembre 15, 2005

Resonanciasss


Momento

"Un hombre y una mujer aislados en un cuarto, seminarcotizados por un deseo progresivo, tienen necesariamente que hacerse duros y sobrellevar la ternura. Cada vez la historia significaba menos, cada vez tenían más importancia lo cuerpos a la espera".




"Quien de nosotros"
Mario Benedetti

septiembre 13, 2005

Opiniones

"En realidad no conozco
absolutamente nada de mi vida...
Las opiniones no tienen ni la menor
importancia: cuando el que
las maneja demuestra cierta habilidad
el juego puede resultar...
es un malabarismo como cualquier otro"
OLIVERIO GIRONDO

Volviendo, ché, que es gerundio

Ese edificio al fondo, me acoje en este momento, el Alcázar, la biblioteca de Toledo.
Poco a poco se aleja el bucólico verano.
Y ando de uñas, gigante a varios colores, intensa y enfática.
Vendrá alguien a visitarme después de tanto abandono?