septiembre 23, 2005

León Felipe

Lo que hago con el libro de Jonás y con el libro de Job lo hago también con el de Whitman si se le antoja al Viento. Cambio los versículos y los hago míos porque estoy en un terreno mostrenco, en un prado comunal, sobre la verde yerba del mundo, upon leaves of grass. y ¿qué es la yerba?

Tal vez es la bandera de mi amor tejida con la
sustancia verde de la esperanza
tal vez es el pañuelo de Dios,
un regalo perfumado que alguien ha dejado caer con
intención amorosa;
acaso en alguno de sus picos ¡mirad bien! hay un
nombre, una inicial
porque donde conozcamos al dueño.

Estoy sobre el pañuelo de Dios. Estoy sobre el repecho verde de la colina en donde sopla el Viento. Estoy en mi casa. Y Yo, que no me atrevería nunca a cambiar las frases de una gacetilla o los signos de una crónica temporal, no tengo empacho aquí, ahora, en cambiar a mi manera las palabras de Whitman y las palabras de Jehová. (En la crónica temporal lo esencial es la palabra que nadie debe trastornar; en la crónica poética o en el versículo sagrado lo esencial es el espíritu que yo no cambio nunca aunque modifique las palabras y quiebre la forma).

(...) Yo he entrado en la traducción de estos dos Cantos -44 y 45 de Song of Myself- con tanta libertad que ahora mismo al volver a leerlos, ya no se si son de la Biblia, de Whitman o míos. (Míos quiere decir del embudo y del Viento).

"Estoy en mi casa"
De "Ganarás la Luz"