enero 25, 2007

Gabriela Mistral, su abuela y el rey David


Navegando por esta dicha que a veces es Internet, encontré un texto, "Mi experiencia con la Biblia", bellísimo, de la chilena universal, Gabriela Mistral.

(Aquí solo apunto un adelanto del gozoso escrito, quien quiera paladarlo entero, aquí puede enlazarlo)

"Yo entendía bastante los Salmos Bíblicos, en relación con mis diez años, pero no creo que entendiese más de la mitad. Un pedagogo francés, sabia gente que da sus clásicos a los niños desde los siete años, diría que lo de entender a medias no es cosa trágica, que lo importante es coger en la niñez el cabo de la cuerda noble y echarse al umbral de un clásico mientras llega el tiempo de entrar a vivir en su casa hidalga.
Entendía yo, en todo caso, algunas cosas de bulto, por ejemplo, que un hombre maravilloso, mi héroe David, gritaba a todo lo ancho del grito su amor de Dios, como si estuviese voceando sobre el rostro mismo de lo Divino. Yo entendía que ese hombre le entregaba a Jehová sus empresas de cada día, pero también sus mínimos cuidados de la hora. Yo sabía que el hombre -David tomaba su licencia de El, lo mismo que yo la de mi abuela, así para pelear como para alegrarse o tocar los instrumentos músicos."