enero 03, 2007

Las aves que ven


Por Farid Ud-Din-Attar
Cuando estuvieron completamente en paz y apartados de todas las cosas, se dieron cuenta de que el Simurgh estaba ahí con ellos, y que para ellos comenzaba una nueva vida al lado del Simurgh.
Todo lo que tuvieron que hacer fue lavarse de todo lo anterior.
(...)
Al final, en un estado de contemplación, se dieron cuenta de que ellos eran Simurgh y que Simurgh era las treinta aves.

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