julio 07, 2005

Londres, hoy.


Fina película separa la cordura del desvarío.
Somos equilibristas.
Cada hora nos asomamos al abismo.
Y podemos ver el cielo.
Cada hora tocamos fondo.
Y podemos conocer el infierno.

“...escuchaba atentamente la voluntad de lo que estaba pintando y, en consecuencia, su arte está lleno de "pathos" y sufrimiento". John Berger